AGRAVIO A LA SOCIEDAD

Carlos Montemayor

La violencia de Estado agravia a la sociedad. Es insultante que la policía y el ejército, que debían servir de custodios de la libertad, priven precisamente de la libertad a ciudadanos inocentes e inermes. Agravia que el Ministerio Público, que debe asegurar la procuración de la justicia, pisotee los derechos de los ciudadanos. Se agravia a la sociedad cuando los jueces encarcelan, procesan y condenan injustamente en vez de fungir como garantes de la justicia en la sociedad entera. Es el mayor agravio que las autoridades políticas repriman y dejen una estela sangrienta en la sociedad a la que debían servir, proteger y salvaguardar. Estos agravios son injustificables en la conducta del ejército, cuerpos policiacos, jueces y autoridades políticas en los casos aberrantes de desprecio a los derechos humanos y civiles de los campesinos, carpinteros, profesores y regidores Loxichas aprehendidos en el año 1996 y que en 2008 siguen defendiendo su dignidad e integridad moral y social. No hay justificación ni dignidad en ninguna autoridad cuando la violencia de Estado se vuelve contra la sociedad misma.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Las dudas...

ELLOS Y NOSOTROS.

VII.- L@s más pequeñ@s 7 y último.

7.- Dudas, sombras y un resumen en una palabra.


Marzo del 2013.

Las Dudas.

 Si después de leer los fragmentos de la palabra de las compañeras y compañeros del EZLN, usted todavía sostiene que los indígenas zapatistas son manipulados por la mente perversa del supmarcos (y ahora también del subcomandante insurgente Moisés) y que nada ha cambiado en territorio zapatista desde 1994, entonces usted no tiene remedio.

No le recomendamos que apague la televisión, o que deje de repetir las ruedas de molino que la intelectualidad suele repartir entre sus feligreses, porque se le quedaría la mente en blanco. Siga usted creyendo que la reciente ley de telecomunicaciones va a democratizar la información, que elevará la calidad de la programación, y que mejorará el servicio de telefonía celular.

Pero si usted pensara así, ni siquiera habría llegado hasta esta parte de la saga “Ellos y Nosotros”, así que, es un supositorio, digamos que usted es una persona que se precia de un coeficiente intelectual promedio y una cultura progresista. Con esas características es muy probable que usted practique la duda metódica frente a todo, así que sería lógico suponer que dude de lo que aquí ha leído. Y dudar no es algo condenable, es uno de los ejercicios intelectuales más sanos (y más olvidados) en la humanidad. Y más cuando se trata de un movimiento como el zapatista o neo-zapatista, sobre el que se han dicho tantas cosas (la mayor parte sin siquiera haberse acercado a lo que somos).

Dejemos de lado un hecho, que fue constatable hasta por los grandes medios de comunicación: decenas de miles de indígenas zapatista tomando, en forma simultánea, 5 cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas.

Aunque, ya entrados en dudas, si nada ha cambiado en las comunidades indígenas zapatistas, ¿por qué siguen creciendo? ¿No habían dicho todos que era algo del pasado, que los errores del ezetaelene (ok, ok, ok, de marcos) le habían costado su existencia (“mediática”, pero eso no lo dijeron)? ¿No se había desbandado la dirección zapatista? ¿No había desaparecido el EZLN y de él sólo quedaba la empecinada memoria de quienes, fuera de Chiapas, sienten y saben que la lucha no es algo sujeto a los vaivenes de la moda?

Ok, obviemos ese hecho (el ezetaelene creció exponencialmente en estos tiempos en que no estaba de moda), y abandonemos el intento de plantear esas dudas (que sólo servirán para que sus comentarios en los artículos de la prensa nacional sean editados o lo banneen a usted “por siempre jamás”).

Retomemos la duda metódica:

¿Y si esas palabras, que aparecieron en estas páginas como de hombres y mujeres indígenas zapatistas, en realidad son autoría de Marcos?

Es decir, ¿y si Marcos simuló que eran otr@s l@s que hablaban y sentían esas palabras?

¿Y si esas escuelas autónomas en realidad no existen?

¿Y si los hospitales, y las clínicas, y la rendición de cuentas, y las mujeres indígenas con cargo, y la tierra trabajando, y la fuerza aérea zapatista, y …?

En serio: ¿y si nada de lo que ahí dicen esas indígenas, esos indígenas existe realmente?

 En resumen, ¿y si todo no es nada más que una monumental mentira, levantada por marcos (y Moisés, ya que en ésas estamos) para consolar con quimeras a l@s izquierdistas (suci@s, fe@s, mal@s, irreverentes, no lo olvide) que nunca faltan y que siempre son unos cuantos, pocos, poquísimos, una minoría despreciable? ¿Y si el supmarcos inventó todo esto?

¿No sería bueno confrontar esas dudas y su sano escepticismo con la realidad?

¿Y si fuera posible que usted viera directamente esas escuelas, esas clínicas y hospitales, esos proyectos, esas mujeres y esos hombres?

¿Y si usted pudiera escuchar directamente a esos hombres y mujeres, mexican@s, indígenas, zapatistas, esforzándose por hablarle en español y explicándole, contándole su historia, no para convencerlo o para reclutarlo, sólo para que usted entienda que el mundo es grande y tiene muchos mundos en su interior?

¿Y si pudiera usted concentrarse sólo en mirar y escuchar, sin hablar, sin opinar?

 ¿Tomaría usted ese reto o seguiría usted en el refugio del escepticismo, ese sólido y magnífico castillo de las razones para nada hacer?

¿Solicitaría ser invitado y aceptaría la invitación?

¿Asistiría usted a una escuelita en la que las profesoras y los profesores son indígenas cuya lengua materna está tipificada como “dialecto”?

¿Se aguantaría las ganas de estudiarl@s como objeto de la antropología, la psicología, el derecho, el esoterismo, la historiografía, de hacer un reportaje, de hacerles una entrevista, de decirles su opinión, de darles consejos, órdenes?

¿L@s miraría, es decir, l@s escucharía?

Las sombras.

 A un lado de esta luz que ahora brilla, no se advierte la forma irregular de las sombras que la han hecho posible. Porque otra de las paradojas del zapatismo es que no es la luz la que produce las sombras, sino son de éstas de las que la luz nace.

Mujeres y hombres de rincones lejanos y cercanos en todo el planeta hicieron posible no sólo lo que se va a mostrar, también enriquecieron con sus miradas el andar de estos hombres y mujeres, indígenas y zapatistas, que ahora levantan de nuevo la bandera de una vida digna.

Individuos, individuas, grupos, colectivos, organizaciones de todo tipo, y en diferente nivel, contribuyeron a que este pequeño paso de l@s más pequeñ@s se realizara.

De los 5 continentes llegaron las miradas que, desde abajo y a la izquierda, ofrecieron respeto y apoyo. Y con estas dos cosas no sólo se levantaron escuelas y hospitales, también se levantó el corazón indígena zapatista que, así, se asomó a todos los rincones del mundo a través de esas ventanas hermanas.

Si hay un lugar cosmopolita en tierras mexicanas, tal vez lo sea la tierra zapatista.

Frente ante tal apoyo, no correspondía menos que un esfuerzo de igual magnitud.

Creo, creemos, que toda esa gente de México y del mundo puede y debe compartir como propia esta pequeña alegría que hoy camina con rostro indígena en las montañas del sureste mexicano.

Sabemos, sé, que no lo esperan, ni lo exigen, ni lo demandan, pero como quiera les mandamos un gran abrazo, que así es como los zapatistas, las zapatistas, agradecemos entre compañer@s (y de manera especial abrazamos a quienes sí supieron ser nadie). Tal vez sin proponérselo, ustedes fueron y son, para todas nosotras, nosotros, la mejor escuela. Y sobra decir que no dejaremos de esforzarnos por conseguir que, sin importar su calendario y su geografía, respondan siempre afirmativamente a la pregunta de si vale la pena.

A todas (lo lamento desde lo profundo de mi esencia machista, pero las mujeres son mayoría cuantitativa y cualitativa), a todos: gracias.

(…)

Y, bueno, hay de sombras a sombras.

Y las más anónimas e imperceptibles son unas mujeres y hombres de baja estatura y de piel del color de la tierra. Dejaron todo lo que tenían, aunque fuera poco, y se convirtieron en guerreras, en guerreros. En silencio y en la oscuridad contribuyeron y contribuyen, como nadie más, a que todo esto sea posible.

Y ahora hablo de las insurgentas y los insurgentes, mis compañer@s.

Van y vienen, viven, luchan y mueren en silencio, sin hacer bulla, sin que nadie, a no ser nosotr@s mism@s, les lleve la cuenta. No tienen rostro ni vida propia. Sus nombres, sus historias, tal vez sólo vengan a la memoria de alguien cuando muchos calendarios se hayan deshojado. Entonces, tal vez en torno a algún fogón, mientras el café hierve en una vieja tetera de peltre y se enciende el fuego de la palabra, alguien o algo salude su memoria.

Y como quiera no importará mucho, porque de lo que se trataba, de lo que se trata, de lo que se ha tratado siempre, es contribuir en algo a construir esas palabras con que suelen comenzar los cuentos, las anécdotas y las historias, reales y ficticias, de las zapatistas, de los zapatistas. Tal y como comenzó lo que ahora es una realidad, es decir, con un:

”Habrá una vez…”

Vale. Salud y que no falten, nunca, ni el oído ni la mirada.

 
(ya no continuará)

A nombre de las mujeres, hombres, niños, ancianos, insurgentas e insurgentes del

Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
 
Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Marzo del 2013.

P.D. QUE ADELANTA.- Seguirán saliendo escritos, no alegrarse de antemano. Principalmente serán del compañero Subcomandante Insurgente Moisés, referentes a la escuelita: fechas, lugares, invitaciones, inscripciones, propedéuticos, reglamentos, niveles, uniforme, útiles escolares, calificaciones, asesorías, dónde conseguir los exámenes ya resueltos, etc. Pero si preguntan cuántos niveles son y en cuánto tiempo se llega a la graduación, les decimos: nosotras, nosotros llevamos más de 500 años y todavía no terminamos de aprender.

P.D. QUE DA UN CONSEJO PARA ASISTIR A LA ESCUELITA- Eduardo Galeano, un sabio en el difícil arte de mirar y escuchar, escribió, en su libro “Los Hijos de los Días”, en el calendario de marzo, lo siguiente:

“Carlos y Gudrun Lenkersdorf habían nacido y vivido en Alemania. En el año de 1973, estos ilustres profesores llegaron a México. Y entraron al mundo maya, a una comunidad tojolabal, y se presentaron diciendo:

– Venimos a aprender.

Los indígenas callaron.

Al rato, alguno explicó el silencio:

 – Es la primera vez que alguien nos dice eso.

Y aprendiendo se quedaron allí, Gudrun y Carlos, durante año y años.

De la lengua maya aprendieron que no hay jerarquía que separe al sujeto del objeto, porque yo bebo el agua que me bebe y soy mirado por todo lo que miro, y aprendieron a saludar así:

– Yo soy otro tú.

– Tú eres otro yo.”

Hágale caso a Don Galeano. Porque es sabiendo mirar y escuchar, como se aprende.

P.D. QUE EXPLICA ALGO DE CALENDARIOS Y GEOGRAFÍAS.- Dicen nuestros muertos que hay que saber mirar y escuchar todo, pero que en el sur siempre habrá una riqueza especial. Como se habrán dado cuenta quienes pudieron ver los videos (se quedaron no pocos en el bolsillo, a ver si en otra ocasión) que acompañaron los escritos de esta serie de “Ellos y Nosotros”, tratamos de hilar diversos calendarios y geografías, pero hubo un empecinamiento en nuestro respetado sur latinoamericano. No sólo por la Argentina y el Uruguay, tierras sabias en rebeldía, también porque, según nosotras, nosotros, en el pueblo Mapuche no sólo hay dolor y rabia, también entereza en la lucha y una profunda sabiduría para quien sabe mirar y escuchar. Si hay un rincón en el mundo a donde hay que tender puentes, es el territorio Mapuche. Por ese pueblo, y por tod@s las desaparecid@as y pres@s de este adolorido continente, sigue viva la memoria. Porque no sé si del otro lado de estas letras, pero sí de este lado: ¡ni perdón, ni olvido!

P.D. SINTÉTICA.- Sí, lo sabemos, este desafío no ha sido ni será fácil. Vienen grandes amenazas, golpes de todo tipo y de todos lados. Así ha sido y será nuestro caminar. Cosas terribles y maravillosas componen nuestra historia. Y así será. Pero si se nos pregunta cómo podemos resumir en una palabra todo: los dolores, los desvelos, las muertes que nos duelen, los sacrificios, el continuo navegar contra corriente, las soledades, las ausencias, las persecuciones y, sobre todo, este empecinado hacer memoria de quienes nos precedieron y ya no están, entonces es algo que une todos los colores de abajo y a la izquierda, sin importar el calendario o la geografía. Y, más que una palabra, es un grito:

 Libertad… ¡Libertad!… ¡LIBERTAD!

Vale de nuez.

El sup guardando la compu y caminando, siempre caminando.

lunes, 11 de marzo de 2013

La Resistencia.

VII.- L@s más pequeñ@s 6.

6.- La Resistencia.
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Marzo del 2013.

NOTA: Los siguientes fragmentos hablan de la resistencia zap… ¡un momento!… ¡¿hay una Fuerza Aérea Zapatista?! ¡¿el sistema de salud zapatista es superior al del mal gobierno?! Durante estos casi 20 años, las comunidades zapatistas han resistido, con ingenio, creatividad e inteligencia propias, todas las variables contrainsurgentes. La llamada “Cruzada contra el Hambre”, de l@s capataces priistas en turno, no hace sino reeditar la falacia de que lo que los indígenas demandan son limosnas, y no Democracia, Libertad y Justicia. Esta campaña contrainsurgente no llega sola, la acompañan la mediática (la misma que en la Venezuela de hoy reitera su vocación golpista contra un pueblo que sabrá sacar fuerza de su dolor), la complicidad de la clase política en su conjunto (en lo que debería llamarse “Pacto contra México”) y, claro, una nueva escalada militar y policíaca: en territorios zapatistas se envalentonan los grupos paramilitares (con la venia del gobierno estatal), las tropas federales arrecian sus patrullajes provocadores “para localizar a la dirección zapatista”, las agencias de “inteligencia” se reactivan, y el sistema de justicia reedita su ridiculez (que rima con Cassez) al negarle al profesor Alberto Pathistán Gómez la libertad, y así condenarlo por ser indígena en el México del siglo XXI. Pero el profesor resiste, y ni hablar de las comunidades indígenas zapatistas…

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Buenos días compañeros, buenas días compañeras. Mi nombre es Ana, de la Junta de Buen Gobierno actual, de la cuarta generación 2011-2014, del Caracol I de La Realidad. Voy a hablarles un poco de la resistencia ideológica, el subtema lo traemos entre dos, yo y el compañero. Voy a hablarles de la ideología del mal gobierno. El mal gobierno utiliza todos los medios de comunicación para controlar y desinformar al pueblo, por ejemplo la televisión, radio, telenovelas, celulares, periódicos, revistas y hasta el deporte. Con la televisión y la radio mete muchos comerciales para distraer a la gente, las telenovelas para enviciar a la gente y crea que lo que pasa en la tele nos va a suceder a nosotras. En la educación el sistema del mal gobierno, ideológicamente, los que no son zapatistas los maneja para que sus hijos estén en la escuela bien uniformados todos los días, sin importar si sabe leer o escribir, sólo para aparentar o para que se vean bien. También les facilita becas para que tengan estudio pero al final de cuenta el único que se beneficia son las empresas que venden todos los útiles o esos uniformes. ¿Cómo resistimos todos esos males de la ideología del gobierno en nuestro Caracol? Nuestra arma principal es la educación autónoma. Allá en nuestro Caracol a los promotores se les enseña historias verdaderas relacionadas con el pueblo para que sean transmitidas a los niños y a las niñas, dándose a conocer también nuestras demandas. Se empezó también a dar pláticas políticas a nuestros jóvenes para que estén despiertos y no tan fácil caigan en la ideología del gobierno. Se están dando también pláticas al pueblo sobre las trece demandas, de parte de los locales de cada pueblo. Esto es lo poco que puedo explicarles y va a quedar con ustedes el compañero.

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Está también lo de los programas, de los proyectos de gobierno. El gobierno empieza a meter proyectos como para que los hermanos reciban de esos proyectos y crean que eso es bueno y para que ellos empiecen a recibir de eso y se olviden de sus trabajos. Para que los hermanos ya no dependan de ellos mismos sino dependan del mal gobierno.

¿Qué hacemos nosotros para resistir esas cosas? Empezamos a organizarnos para hacer trabajos colectivos, como ya lo dijeron algunos compas que hacemos trabajos colectivos desde el pueblo, la región, en los municipios y hasta en la zona. Esos trabajos los hacemos para satisfacer nuestras necesidades de distintos tipos de trabajos y es como resistimos para no caer en los proyectos del mal gobierno y que hagamos nuestros propios trabajos para depender de nosotros mismos y no del mal gobierno.

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Allá hay un hospital grandote en una comunidad que se llama Guadalupe Tepeyac y ahorita está construyendo muy cercano, a media hora de camino, una hora, que es en el centro de La Realidad, otro hospital que es infantil. ¿Pero qué pasa, qué hemos visto en ese hospital que está funcionando en Guadalupe Tepeyac? A pesar de que tiene todo su equipamiento el gobierno llegan gentes de diferentes comunidades, de diferentes municipios, ¿y qué pasa? Resulta que necesitan hacer un estudio de ultrasonido, por ejemplo, o un análisis de laboratorio, entonces como los doctores ahí saben, saben porque está muy cercano también el hospital que tenemos, el Hospital-Escuela “Los Sin Rostro de San Pedro“, que está cercano a otra comunidad, entonces saben que ellos no lo pueden hacer ese estudio en ese hospital de gobierno porque no tienen el personal capacitado ahí, está la máquina pero no hay un personal, entonces lo que hacen ellos es dar la consulta y los envía al hospital de nosotros, al hospital-escuela zapatista. Se van a hacer ese estudio –hasta qué nivel estamos llegando, compañeros–, se van a hacer el estudio y claro, también hay reglamentos en ese hospital para cobrar una cuota a quien fuera, y le hacen el estudio.

Entonces la gente se va dando cuenta, se va admirando, que en un hospital oficial no hay lo que muchos esperan, la solución de su problema, entonces acuden a nuestro hospital, aunque sencillo como decimos pero ahí es donde les dicen qué problemas tenemos cuando sale ya el estudio de ultrasonido, y así en el caso de laboratorio. Ahí está el hospital de Guadalupe pero hay un laboratorista, entonces hay muchas cosas que ese laboratorista no puede hacer los estudios y lo mandan a nuestro hospital-escuela. Ahí tenemos un compañero que está capacitado y ya capacitó a varios compañeros más, entonces él hace diferentes estudios. Pero no sólo, la ventaja que tiene él que no lo tiene el otro, el del hospital oficial, que ése sólo hace estudio y punto, y lo manda con otro doctor para que le den un tratamiento; entonces lo que hace este compañero del hospital cuando le llega gente que es enviado de los médicos del hospital de Guadalupe es que le hace el estudio, al mismo tiempo le da la receta, el tratamiento de su enfermedad, porque él ha tenido mucho conocimiento en esa área de laboratorio.

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Para completar un poco lo que es de la ciudad rural [levantada, con el aplauso mediático, por el gobierno de "izquierda" del corrupto Juan Sabines Guerrero], al principio hubo construcciones de casas. Según lo que nos cuentan los compañeros es que las construcciones, o sea los materiales que hicieron de la construcción, son esos triplay, ésos bien delgaditos, no como las tablas que tenemos acá. Actualmente las construcciones están infladas como los globos, cuando hay vientos fuertes y cuando es época de calor y de la lluvia pues todos los materiales que están construidas las casas actualmente ya están desechos. Es lo que hay. Entonces en unas comunidades allí en ese municipio fueron a vivir unos días las familias, estuvieron y según las comunicaciones en los medios hay una cocina que se construyó con la medida de 3×3, bien chiquito, y un cuartito, una sala al ladito. Pero no se puede hacer nada ahí porque si hacían su fogón ahí, ¿cómo se va a poder hacer fogón o su fuego ahí? No se pudo.

Actualmente no está funcionando, fueron unos días las familias, pero lo que sabemos es que tuvieron que retornarse a su comunidad. Algunas familias están todavía ahí pero de muy malas condiciones. Según dicen que ahí en un cerrito, arribita donde están las construcciones, hicieron tanques de agua pero no están funcionando, compañeros, no están funcionando. Dicen que hay un banco ahí para invertir dinero, no sé si es banco mundial, estatal, municipal, no sé, pero no está funcionando. Son puros cascarones ahí ya desechos. No es como dicen ‘ciudad rural’, que muy bonito el nombre pero realmente pues no hay nada. Por eso así como decían los compañeros, ¿por qué creemos en eso que hay proyectos y otras cositas? Son puras mentiras.

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Así como decían los compañeros, es parte de la guerra del enemigo, por eso si algunos compañeros de esta zona se han dejado de convencer con esas ideas es porque hasta ahí llegaron, no es porque ya van a tener una vida más digna. En muchos lados los que salen de la organización o los que están en los partidos, pero han tenido una mejor vida los compañeros bases de apoyo. La ciudad rural pues de plano son puras mentiras lo que han dicho y lo que están haciendo allá.

Para dar de entender la manipulación ideológica que hace el mal gobierno en el Santiago El Pinar, a las mujeres les prometieron que van a darle granjas ponedoras, de gallina. Entonces ya ven que las granjas ponedoras es con alimentación, cuando les dieron eso les dieron muchas gallinas para que caga huevos, entonces muy hermoso al principio porque sí empezó a poner muchos huevos las gallinas, pero el gobierno no le buscó el mercado donde se va a vender. Pusieron muchos huevos las gallinas y ahora qué hacemos. No pueden hacer la competencia con las grandes abarrotes donde se vende los huevos. Entonces nos cuentan los hermanos que lo que hicieron es que entonces vamos a repartirnos, se repartieron pero ya el gobierno no dio más alimentación a las gallinas, las gallinas se empezaron a hacer pálidas, se empezaron a dejar de poner huevos. Y entonces las mujeres dicen ‘¿entonces qué hacemos? Tenemos que cooperar. ¿Pero cómo voy a cooperar si los huevos ya lo comí?, ¿dónde voy a encontrar dinero?’. Ahí se murieron las gallinas, no dio resultado lo que dice el mal gobierno. Es nada más para que lleguen ahí los camarógrafos que filman que sí entregaron, está muy bonito y no sé qué cosa. Pero eso nada más es de un mes, dos meses, a los tres meses se acabó.

Así entre otras cosas más está el problema, como está diciendo el compa, que las casas no sirven porque se inflan, es como dice, como sapo. Las mujeres están acostumbradas a hacer su tortilla, ya sea con fogón o con fuego en el piso pero es piso de tierra, en ese caso es piso de madera, triplay, no se puede hacer fuego ahí. Entonces el cilindro que le dieron pues el que no sabe manejar cilindro de gas no dura ni un mes, entonces ahí están botados los cilindros, hay estufa y no sirve para nada. Luego ya ven que la vida de campesinos, indígenas, es que atrasito de tu casa está verdurita, está caña, piña, plátano, lo que haya, como es nuestro modo de vida, pero ahí no hay, simplemente la casa y punto. No saben qué hacer pero ya quedaron retirado su terreno donde vive, entonces tienen que ir a trabajar ahí pero es gasto otra vez para ir y venir.

La política del mal gobierno es acabar la vida común, la vida comunitaria, es que dejes tu terreno o que lo vendas, ahora sí si lo vendes te chingaste. Es una política de injusticia, es de crear más miseria. Todas las millonadas que reciben por parte de la ONU, que es la Organización de Naciones Unidas, el mal gobierno, tanto la estatal, municipal y federal, les quedan ellos para organizar a los que provocan los problemas en las comunidades, sobre todo a nosotros que somos bases de apoyo.

Es la continuación de la política, lo que se hablaba mucho, ahorita ya no quieren que se hable, ya no lo dicen en los medios, lo que es el Plan Puebla-Panamá. Ahora tienen otro nombre de lo que están diciendo porque se atacó mucho sobre el Plan Puebla-Panamá, pero es la misma, sólo cambiaron de nombre para seguir individualizando a las comunidades, para acabar lo común que pueda quedar todavía.

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Es más o menos así que se está haciendo en los trabajos en la resistencia, porque estamos hablando de la resistencia. Y en esos trabajos a veces de los compañeros que trabajaron en milpa o en cafetal, o ya sea si tiene su ganado, a veces ahí si lo vende su animal le queda un poco de recurso económico y como el mal gobierno nos está atacando con sus proyectos de pisos firmes, de vivienda, de mejoramiento de vivienda, otras cosas que reciben esos hermanos priistas, partidistas en otras comunidades.

Pero resulta que ellos ya están acostumbrado mucho ya con el dinero, como que su mirada ya está más con el gobierno, que venga más dinero y en esos proyectos que reciben, como explicaron algunos compañeros de Garrucha, así está pasando también en el Caracol de Morelia. A veces esos hermanos venden la lámina y es un proyecto de gobierno, el gobierno piensa que lo está mejorando su partido pero está saliendo al revés, el fruto de su trabajo de los compañeros que estamos en resistencia pues ahí llegan a vender esos partidistas.

Digamos un ejemplo en una hoja de lámina pues a lo mejor en la ferretería está en 180 pesos, pero llegan a vender hasta en 100 pesos, 80 pesos; y reciben bloc para la construcción, puede ser que en las ferreterías está a 5, 6 o 7 pesos, pero ellos llegan a vender hasta 3 pesos, 2 pesos. Y los compañeros, nosotros, como estamos en la resistencia no estamos acostumbrados de gastar el fruto de nuestro trabajo, son ellos los que compran y puede ser que a lo mejor algún día ustedes lo van a ver en algunos nuevos centros de población que la lámina es de color, pero realmente salió en el trabajo de los compañeros. Es así lo que está pasando también allá.

Pero también se dieron cuenta el gobierno dónde se está yendo su proyecto. No se está beneficiando a los partidistas, a los priistas, sino que está aprovechando los zapatistas, es ahí donde manda sus construcciones de vivienda, pero ya no sólo entregan el material sino que ya va el albañil. Llegando el material ya está el albañil porque ya se dio cuenta que sí se está mejorando su casa los zapatistas, es por eso que lo va cambiando, es muchas formas que lo está usando los malos gobiernos que han pasado desde el 94 y hasta acá.

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Bueno compas, de nuevo otra vez a explicar lo que es la resistencia militar, por ejemplo lo que explicó ya la compañera. Yo me toca explicar lo que pasó en 1999 en el ejido Amador Hernández, municipio General Emiliano Zapata.

En ese tiempo un día 11 de agosto llegó los militares y compañeras y compañeros resistimos lo que fue esa entrada de los militares. Como ellos querían tomar lo que es la comunidad, en un salón de baile llegaron los militares y lo que hicieron las compañeras es enfrentarlos; los sacaron de esa comunidad y ponerlo en un lugar fuera de la comunidad. Pero siguió, se hizo un plantón. Ahí participó todo lo que es la zona, lo que es del Caracol La Realidad. En esa resistencia también llegaron los de la sociedad civil y toda esa resistencia se aguantó porque era tiempo de chaquiste, tiempo de lodo, como este tiempo de lluvia. Todo eso no caímos en sus provocaciones, no nos enfrentamos militarmente sino que pacíficamente llegamos frente de ellos.

Lo que se organizaba en ese plantón se hacían bailes, bailábamos enfrente de los militares. Y se hacían cultos religiosos, se hacían programas de eventos de los compas, de repente les dábamos la plática política de la lucha.

¿Qué hicieron los militares? Empezaron como que los convencíamos porque estábamos de frente a frente con ellos, entonces lo que hizo los mandos militares del ejército fue poner unas bocinas para que ya no escucharan nuestras palabras y los retiró otro poco más.

¿Qué pasó ahí? Es de que los compañeros se volvió a inventar, creo que habían escuchado los avioncitos de papel, escribiendo por qué está el plantón y les aventábamos así a los militares y lo pepenaban los militares. Es cuando se hizo la primera fuerza aérea del Ejército Zapatista en Amador Hernández, pero son de puro papel.

(…)

Todo eso, compas, pasó en esa resistencia militar y como nos hacíamos los empujones con los militares, compañeros y compañeras enfrente y los militares de dos filas, y había un compa que… un chaparrito el compa, como los militares nos empujaban con sus escudos y tenían esos toletes que les dicen, nos empujaban y el compa pues le pisoteaba el pie al miliar y le pisoteaban también. Como estaba otro soldado más grandote ahí como que le dio curiosidad de reírse, se empezó a reír porque el compa le pisoteaba el pie al otro, le pisoteaban también. Se empezó a reír el militar y el compa chaparrito le dice al cabrón soldado “¿de qué te ríes tú chaparrito?”, y está más grande el soldado y está más chaparrito el compa.

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Eso es lo que yo alcancé a ver y estamos viendo. El resultado sí ahí está. No en vano que comimos tostada para entrarle y la tostada sí da fuerza y da sabiduría. Ahí se utilizó mucho de lo que es el colectivismo, ¿por qué hablo en esa forma, compañeros? Me disculpen la palabra, compañeras, ahí aprendemos con muchos de los compañeros en cada pueblo, de cada municipio, para enfrentar los chingados soldados que hay dentro de nuestros lugares, que nos llegan a hostigar. Ahí aprendieron las compañeras a defenderse, no sé, con garrotazos los tienen que sacar los soldados, a fuerza, con piedra o con gritaderas y con mentaderas sí lo hicieron. Así se organizaron las compañeras, yo lo vi y tengo presente que las compañeras ahí sí se convencieron de enfrentar, ahí se demostraron que sí pueden las compañeras.

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Las autoridades también empezaron a turnar y a recibir nuestros necesidades que vamos presentando en cada pueblo, en cada región y en cada centro, en el municipio. Así fuimos trabajando poco a poco, avanzando. Ya cuando está formado empezamos a crear, a iniciar el trabajo de salud y educación, entonces como dijo la compañera, tenemos ya la clínica en el municipio, la “Compañera María Luisa” [nombre de lucha de Dení Prieto Stock, caída en combate el 14 de febrero de 1974 en Nepantla, Estado de México, México] y en el ejido San Jerónimo Tulijá se llama “Compañera Murcia-Elisa Irina Sáenz Garza”, una compañera que luchó, que murió en el combate allá en el rancho El Chilar [en la Selva Lacandona, Chiapas, México, en febrero de 1974], ahí cerca donde estamos, es nuestra colindancia ahí donde ellos murieron, ése llevó el nombre de la clínica.

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Dení Prieto Stock


Elisa Irina Sáenz Garza “Murcia”

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(Continuará…)

Doy fe.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Marzo del 2013.